Nos entusiasmamos mucho y disfrutamos de pintar con estos dos colores. Pero al secarse los trabajitos descubrimos algo…
Había aparecido un color con el que no habíamos pintado. Entonces, nos dimos cuenta que las pinturas se habían mezclado.
Fue así que descubrimos cómo recuperar un nuevo color: ¡el naranja!
Al día siguiente, las Señoritas nos dieron pintura roja, amarilla; las mezclamos y armamos el Naranja. Y fue así como pintamos con pincel estos hermosos mandalas titulados: “Mandalas de la Naranjas”.
¡Qué gran descubrimiento!
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